En nuestra «pazza famiglia», la pasión por la comida italiana es algo irresistible. La sangre italiana corre por nuestras venas, y aunque hemos tenido que adaptarnos a una dieta sin gluten, no estamos dispuestos a renunciar a los placeres de la buena mesa. Esta lasaña clásica, con capas de pasta sin gluten, carne jugosa y una suave salsa bechamel, es la prueba de que se puede disfrutar de la auténtica cocina italiana sin comprometer el sabor. Perfecta para una cena en familia o una ocasión especial.
Hoy hemos querido inaugurar esta nueva sección de nuestra web rindiendo homenaje a la Nonna y su deliciosa lasaña. Sigue leyendo, ¡te vas a chupar los dedos!
Ingredientes
Para la carne:
– 500 g de carne picada (ternera, cerdo o mezcla)
– 1 cebolla mediana, picada
– 1 diente de ajo, picado
– 500 g de salsa de tomate casera (nosotros la hacemos con todo tipo de verduras, con albahaca y sustituimos el azúcar por una cucharadita de bicarbonato)
– ½ vaso de vino tinto
– Sal y pimienta al gusto
– Aceite de oliva
Para la salsa bechamel:
– 50 g de mantequilla
– 3 cucharadas soperas de harina Mix Schär
– 750 ml de leche o bebida vegetal
– Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
Para el montaje:
– 12 láminas de lasaña sin gluten
– 200 g de queso mozzarella rallado
– 100 g de queso parmesano rallado
Instrucciones
1. Preparar la pasta:
Este paso puede ser el más laborioso al preparar una lasaña sin gluten, pero es importante seguir las instrucciones al pie de la letra para obtener el mejor resultado.
- Cuece cada lámina de pasta durante unos 6 minutos en una olla con abundante agua, aceite y sal.
- Escúrrelas y pásalas por agua fría.
- Resérvalas sobre un paño de hilo humedecido con agua previamente.
2. Preparar la carne:
- En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva. Añade la mitad de la cebolla y el ajo bien picados, y sofríe hasta que estén dorados.
- Agrega la carne picada y cocina hasta que esté marcada, pero sin cocinarla del todo.
- Incorpora la salsa de tomate y el ½ vaso de vino tinto. Cocina a fuego lento durante unos 20-30 minutos, hasta que la salsa espese y se evapore el alcohol.
3. Preparar la salsa bechamel:
- En una cacerola, derrite la mantequilla a fuego medio.
- Añade la otra mitad de la cebolla y deja que se vuelva transparente sin quemarse.
- Añade la harina, yo utilizo la harina sin gluten Mix Pan de Schar, y mezcla bien para formar una pasta (roux). Cocina durante 2 minutos.
- Gradualmente, añade la leche o bebida vegetal mientras sigues mezclando, asegurándote de que no queden grumos. Nosotros usamos una de avena de barista y queda igual que la hecha con leche de vaca.
- Cocina la salsa hasta que espese, y sazona con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada.
4. Montaje de la lasaña:
- Precalienta el horno a 180°C (350°F).
- En una fuente para horno, coloca una capa de láminas de pasta sin gluten.
- Añade una capa delgada de salsa de carne.
- Cubre con una capa de salsa bechamel y espolvorea con mozzarella o con lonchas de queso mozzarella troceado.
- Repite el proceso hasta llenar la bandeja, terminando con una capa de bechamel y queso parmesano.
- Hornea durante 20 minutos con calor arriba y abajo, y pasado este tiempo, gratina durante 10 minutos hasta que la parte superior esté dorada y burbujeante.
5. Reposo y servicio:
- Deja reposar la lasaña unos 10 minutos antes de cortar y servir. Esto permitirá que las capas se asienten y sea más fácil de cortar.
En nuestra familia, la lasaña más famosa es, sin duda, la que hace la Nonna, mi madre. Su receta es inigualable y siempre ha sido el centro de muchas de nuestras reuniones familiares. Ella le da un toque especial al añadir verduras picadas junto con la carne, lo que le aporta un sabor y una textura únicos. Nosotros hemos versionado un poco la receta para adaptarla a todos los gustos.
Aunque hemos adaptado nuestra versión a una dieta sin gluten, la esencia de su lasaña siempre estará presente en nuestra mesa y esperamos que a partir de ahora esté también en la vuestra.
Comparte con nosotros tu experiencia y, si quieres, envíanos una foto para hacernos la boca agua a todos. Y, por supuesto, cualquier duda que tengas, consúltanos. No somos expertos cocineros, pero nunca nos falta el ingrediente más importante de cualquier receta que se precie: el amor.
Ficha de la receta