Entre los municipios de Herrerías, Valdáliga y Rionansa, a unos 85 km de Santander se encuentra la «capilla sixtina» de la geología, la cueva El Soplao.
Una impresionante cavidad situada en Cantabria que fue descubierta a principios del siglo XX durante la explotación de las minas de zinc y plomo de La Florida. Sin embargo, no fue hasta 1975 cuando los geólogos cántabros comenzaron a explorarla.
Su peculiar nombre, El Soplao, procede del término que se usa para designar el aire que se percibe al calar una galería desde otra con menos oxígeno.
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Su ubicación es privilegiada, con unas maravillosas vistas panorámicas del macizo central de los Picos de Europa y el valle del río Nansa desde el estacionamiento.
La visita turística a la cueva tiene una duración de aproximadamente 1 hora y es apta para todos los públicos, incluidas personas con movilidad reducida. El 100% del recorrido se puede hacer en sillas de ruedas.

También hay una opción de visita turismo-aventura para los más intrépidos, que permite explorar galerías de la cueva en su estado natural, un auténtico paraíso de la espeleología.
El acceso a la cueva El Soplao se realiza a través de una recreación del tren minero que solía utilizarse en la mina. El recorrido a pie por las galerías y salas, como La Gorda, Los Fantasmas, Lacuerre, Centinelas, Ópera, entre otras, es una experiencia fascinante en el mundo subterráneo.
En el interior se observan formaciones geológicas, como estalactitas, estalagmitas, columnas y coladas. Las formaciones más impresionantes son las llamadas ‘excéntricas’, que son formaciones helicoidales que desafían la gravedad y tapizan suelos, techos y paredes a lo largo del recorrido.
Es importante tener en cuenta que está prohibido tomar fotografías y tocar las formaciones, ya que está penado como un delito al patrimonio. La preservación de la cueva es crucial para las generaciones futuras.
Además de su valor geológico, la cueva alberga un excepcional Patrimonio de Arqueología Industrial Minera, con galerías, hornos de calcinación, lavaderos y talleres.
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Posee un maravilloso yacimiento de ámbar del Cretácico Inferior. Son muy pocos los ejemplos a nivel mundial. El ámbar del Soplao es de color azul-púrpura, una significante rareza geológica, y tiene una luminiscencia extraordinaria.
Asimismo su singularidad reside en la cantidad de insectos y arañas que quedaron fosilizados y se conservaron cuando ésta se convirtió en ámbar hace 110 millones de años.
No te hace falta nada para visitarla, únicamente la curiosidad y las ganas de disfrutar de esta maravilla. La cueva cuenta con taquillas, una tienda de recuerdos, una cafetería, aseos, terraza, torre-mirador y otras instalaciones.
En el exterior, hay estacionamiento para vehículos particulares y autobuses, áreas de esparcimiento y una exposición permanente de escultura contemporánea.
Si aún no la conoces, ¡anímate!, te aseguro que se te va a erizar el vello pero no de la corriente de aire sino de su espectacular belleza Patrimonio Geológico de Cantabria.
Para hacer un plan redondo puedes aprovechar para visitar alguno de los bellos pueblos de Cantabria más cercanos como Comillas o San Vicente de la Barquera.
Y, por supuesto, esperamos emocionados que nos cuentes tu experiencia.